Confirman un mortal efecto del cambio climático al que hemos de acostumbrarnos
Investigadores en el ámbito de
la ingeniería de la Universidad de Columbia (Nueva York, EE.UU.) han demostrado
por primera vez que las precipitaciones extremas y riadas han aumentado
dramáticamente como respuesta a los cambios inducidos por el hombre en el clima
y el medio ambiente.
La amenaza para los
ecosistemas y las comunidades humanas es seria: el número de fallecidos en este
tipo de fenómenos será más elevado, al igual que mayores serán los daños
materiales. Ningún otro fenómeno natural tendrá consecuencias tan graves. Un
estudio publicado este lunes en la revista Nature Communications recoge la
cuestión en detalle.
Al analizar la información del
Global Runoff Data Centre (GRDC) y del Global Summary of the Day (GSOD), los
investigadores avanzaron que las lluvias extremas y las riadas se harán más
frecuentes y serán más dañinas a escala mundial como consecuencia del calentamiento
del planeta y de los cambios antropogénicos (como el uso intensivo de la
tierra). El cambio climático hace que la atmósfera sea capaz de contener más
humedad a medida que aumentan las temperaturas.
Los investigadores enumeran
como ejemplos de desastres naturales de esta naturaleza los huracanes Florence
y Michael en EE.UU. y el supertifón Mangkhut en Filipinas y China, que
demostraron el impacto generalizado y dañino de la virulencia de estos
fenómenos tanto en ecosistemas como en zonas urbanas. Las pérdidas causadas por
las inundaciones repentinas han aumentado en los últimos 50 años y han superado
los 30.000 millones de dólares por año en la última década, según los
académicos.
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