Lavarse las manos reduce el 90% de las bacteria
No
lavarse las manos puede afectar principalmente a los niños y las mujeres
gestantes, conllevando a problemas de salud que fácilmente se pueden prevenir. Para
reducir el riesgo de infecciones por virus (como influenza), bacterias y
parásitos, es necesario realizar con frecuencia el lavado doméstico de manos
con abundante agua y jabón, porque en las manos pueden permanecer
transitoriamente los huevos y quistes de los parásitos que no mueren con
alcohol ni lejía.
El
uso de alcohol o gel antibacterial es una alternativa cuando no se tiene acceso
al agua potable o cuando las manos no se ven aparentemente sucias. Sin embargo,
el lavado de las manos con agua y jabón es la forma más eficaz.
Debemos
lavarnos las manos por lo menos 20 segundos, previene más de una decena de
enfermedades, ya que con esta práctica saludable se puede remover alrededor del
90% de microorganismos perjudiciales para la salud.
Los
momentos claves para el lavado de manos son:
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Cuando las manos estén visiblemente sucias
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Después de ir al baño,
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Antes y después de comer,
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Cuando se manipulan los alimentos,
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Después de realizar la limpieza del hogar,
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Luego de cambiar los pañales del bebé,
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Antes y después de atender a enfermos en casa.
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Después de manipular animales y objetos personales como teléfonos celulares y
teclados de computadoras.
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