Científicos crean terapia para regenerar los cartílagos con artrosis
Un grupo de investigadores
del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ensayaron este avance
científico haciendo pruebas en ratas a fin de saber cómo frenar el desarrollo
de esta enfermedad.
La artrosis es
una degeneración progresiva del cartílago de las articulaciones producido por
el envejecimiento o lesiones. Esta enfermedad afecta a alrededor de 300
millones de personas en todo el mundo, y no tiene marcha atrás, pues el
cartílago es un tejido que no se puede regenerar. Si bien existen terapias que
pueden atenuar los síntomas de la artrosis, hasta ahora no existe ningún
tratamiento que pueda frenar su progresión.
Está investigación consistió en el desarrollo de una nueva estrategia experimental
que permite a un fármaco combatir la artrosis al acceder al interior del
cartílago de las articulaciones y regenerarlo. Este avance, ensayado en ratas,
supone un paso adelante para lograr un tratamiento que frene la progresión de
una enfermedad incurable hasta el día de hoy. Uno
de los principales obstáculos es que los fármacos lo tienen muy difícil
para acceder al cartílago. La mayoría se eliminan de las articulaciones antes
de que puedan tener efecto o bien no pueden penetrar en el interior del
cartílago, donde se encuentran las células que lo producen –los condrocitos–,
de forma que no pueden llevar a cabo su función.
Uno
de los principales obstáculos es que los fármacos lo tienen muy difícil
para acceder al cartílago. La mayoría se eliminan de las articulaciones antes
de que puedan tener efecto o bien no pueden penetrar en el interior del
cartílago, donde se encuentran las células que lo producen,
de forma que no pueden llevar a cabo su función.
Josep Vergés, médico y
presidente de la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI por sus siglas en
inglés), señala que “Es un estudio muy interesante”. Además, según Vergés, si
llegase a aplicarse en personas y fuera igual de efectivo en ratas, la nueva
estrategia podría mejorar la calidad de vida de los pacientes, ya que bastaría
con una o dos inyecciones al mes. “Pero todavía hay que ver si se confirma en
ensayos clínicos”, puntualiza Vergés, y añade que pueden pasar entre cuatro y
ocho años antes de que la estrategia terapéutica esté disponible comercialmente.
Fuente: La Vanguardia
Fuente: La Vanguardia
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